Las exportaciones de esmeraldas colombianas alcanzaron los 129 millones de dólares en 2021, una cifra que supera las mejores proyecciones realizadas por los conocedores del sector y que triplica con creces el valor de las exportaciones vistas el año anterior.
La cifra de 2021 es la más alta vista desde 2018, cuando las exportaciones sumaron 142 millones de dólares, y la quinta cifra anual más alta vista en los últimos diez años. El mejor año durante la última década fue 2015, cuando las exportaciones de esmeraldas colombianas superaron los 160 millones de dólares (todas las cifras en USD).
Anteriormente, la Asociación Colombiana de Exportadores de Esmeraldas (Acodes) había dicho que esperaba que las exportaciones alcanzaran los 126 millones de dólares en 2021, 3 millones menos que la cifra alcanzada.
El buen resultado para 2021 representa un gran cambio para las esmeraldas colombianas, después de que las turbulencias económicas y las restricciones de viaje asociadas a la pandemia de COVID-19 hicieran que las exportaciones se desplomaran a solo 42 millones de dólares en 2020.
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Colombia es famosa por ser uno de los pocos países donde se encuentran estas gemas, además de ser la fuente de algunas de las esmeraldas de mayor calidad del mundo.
Los yacimientos de esmeraldas del país se concentran en los departamentos vecinos (estados) de Boyacá y Cundinamarca, este último rodea la capital, Bogotá. La mayoría de las minas de esmeraldas de Colombia se encuentran entre Bogotá y Tunja, la capital del departamento de Boyacá.
Según Oscar Baquero, presidente de la Federación Nacional de Esmeraldas de Colombia (Fedesmeraldas), la calidad de las esmeraldas colombianas se debe a su origen hidrotermal-sedimentario.
“Proporciona características únicas como brillo, transparencia, color, juego de luz y dureza óptima, lo que las convierten en las más apetecidas en los mercados de Estados Unidos, Europa y Asia”, dijo a la publicación financiera colombiana Portafolio.
Si bien Estados Unidos y Suiza son destinos clave para las gemas, Asia es un destino cada vez más importante, y Portafolio destacó el año pasado cómo el 80% de las esmeraldas exportadas tenían como destino China.
Las esmeraldas colombianas son un importante producto de exportación
Las mejores esmeraldas colombianas son reconocidas por su color cálido e intenso, y las gemas suelen contener menos impurezas y fracturas que las esmeraldas de otros países productores importantes, como Brasil y Zambia.
Las esmeraldas son generalmente conocidas por ser verdes, aunque las gemas de mayor calidad tienen un tinte azulado, mientras que otras pueden tener también un tinte amarillento, con el color basado en el equilibrio de los elementos químicos, que incluyen el cromo, el vanadio y el hierro.
Anteriormente, el comercio de esmeraldas en Colombia estaba sumido en la violencia y la anarquía, ya que el Estado mantenía un control limitado sobre la zona clave de producción del oeste de Boyacá y los llamados “clanes” esmeralderos mantenían ejércitos privados grandes y fuertemente armados para proteger sus intereses.
Sin embargo, el comercio ha evolucionado considerablemente, con una participación cada vez mayor de capital extranjero y la Agencia Nacional de Minería de Colombia informó el año pasado del interés de inversores con sede en Estados Unidos, Canadá, Perú, Polonia, Reino Unido, China y Japón, entre otros.
Actualmente, las gemas y los metales preciosos son el segundo producto de exportación más valioso de Colombia, sólo por detrás de los hidrocarburos. Si bien el oro constituye la mayor parte de esa categoría, las esmeraldas colombianas tienen bastante más fama y son buscadas por los compradores.
Más allá de los recursos mineros y extraídos, otros productos de exportación muy conocidos son el café y las flores, así como las frutas y verduras, gracias en parte a que Colombia se encuentra entre los países con mayor biodiversidad del mundo.
Aparte de los productos primarios, Colombia tiene un sector de servicios en crecimiento y es cada vez más reconocida por su tecnología e innovación, con la segunda ciudad más grande, Medellín, nombrada uno de los nuevos “Silicon Valleys” de América Latina, y una gran cantidad de las mayores empresas latinoamericanas e internacionales con presencia en la capital, Bogotá, o en sus alrededores.
Estas condiciones, combinadas con la condición de Colombia de estrecho aliado de Estados Unidos y su éxito en la reducción significativa de la violencia en las últimas décadas, contribuyen a la creciente popularidad del país sudamericano entre los inversores extranjeros.
Así lo demuestra el hecho de que la inversión extranjera directa como porcentaje del PIB se haya multiplicado por más de ocho entre 1989 y 2019.
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